miércoles, 21 de abril de 2010

HOY HUBIERA SIDO TU CUMPLEAÑOS.....


Hoy, como tantos otros días, vino a casa Pepe, tu padrino. En sus manos portaba un precioso ramo de orquideas, tulipanes, flores del paraiso y un hermoso peluche al que abrazar en tu ausencia. El sabía que desde hace años en casa no se celebraba nada, pero esta vez quiso perpetuar el recuerdo de que hoy 21 de abril hubieras cumplido cuatro añitos.
Un millón de gracias, padrino...

Pasan los meses, pero no nuestro amor y cariño. Vives en nuestro alma, nos abrazas dormidos, velas nuestros pasos, brillas desde la lejana estrella que nos envía tu luz. Fuiste esa estrella fugaz que vino, nos tocó el corazón y se marchó. Ese es el dulce lazo que nos une en la distancia.

Fuiste arrancada de nuestros brazos por decisión de "imprudentes y asesinos", pero nunca podrán arrancarte de nuestro corazón. Estás siempre a nuestro lado, sólo tenemos que pensarte. Te bastó poco tiempo para dejar en nosotros una gran huella y una estela imborrable.

Vuela alto, Julia y no te preocupes por nuestras lágrimas. Sé muy feliz......

jueves, 8 de abril de 2010

"DE CUANTO SUCEDIÓ EN DIAS POSTERIORES A LA PARTIDA DE JULIA"


Pasaron las horas y, como suele suceder un día tras otro, amaneció aunque de forma distinta. Un enorme vacío se había adueñado del espacio de Julia y de los corazones de quienes tanto le echamos en falta. Un desgarrador vacío que nos acompañará el resto de nuestras vidas.

A media mañana y tras lo prometido fue entregado el cuerpo de la pequeña para ser velado en el tanatorio de la vecina localidad de Rojales. ¿Y por qué en Rojales? Sencillamente porque nadie de la familia de la pequeña estaba dispuesto a tener que soportar ver el rostro de determinados "personajes del clan de la mentira" que tanto daño hicieron en vida de Julia tras el brutal atropello de la pequeña. Daño expresado en palabras y obras. No estaban dispuestos a tentar a la suerte de que algunos desalmados aparecieran por allí en su afán de cinismo provocador.

Poco a poco fueron llegando "los verdaderos integrantes de la familia" que siempre estuvo a su lado y esperando el momento de abrazar de nuevo el cuerpo de la pequeña, uno a uno fueron pasando a ofrecerle un último beso de despedida mientras los padres de Julia y ese otro "ángel" llamado Pepe(padrino de Julia) lloraban arrodillados alrededor del blanco féretro de la niña. Esperaban un momento a solas y de complicidad con Julia que no tardó en llegar. Otra vez juntos los cuatro susurrándole al oído palabras llenas de amor, cariño y ternura. Tocándole como si de la belleza más preciada se tratase. Los cuatro eran como una "mesa" que durante 2 años y medio se había sustentado a pesar de las dificultades y ahora había quedado huérfana de una de sus patas y sin saber si en lo sucesivo se mantendría en pié.

...y mientras silenciosa
lloraba yo y gemía,
mi niña, tierna rosa,
durmiendo se moría.
Al huir de este mundo, ¡qué sosiego en su frente!
Al verle yo alejarse, ¡qué borrasca la mía! (Rosalía de Castro).

Ellos tres fueron quienes uniendo sus fuerzas colocaron la tapa y cerraron el féretro de la pequeña Julia entre llantos y un fuerte abrazo de unión para el resto de sus vidas sollozando "Ahora más que nunca tenemos que estar unidos, POR JULIA"

Más tarde acudieron amigos, conocidos y todo aquel que quiso acercarse a acompañar en este trance de inmenso y angustioso dolor. Fueron quienes realmente quisieron ir y de nada sirven las excusas de algunos. Lo más duro es la indiferencia con que responden determinadas personas ante una situación tan trágica.

Hasta allí se desplazó la trabajadora social que llevó el caso de Julia ante la incompetencia de otras, acompañada por una de las psicólogas. Al dar el pésame, la rabia contenida de la madre de la pequeña fue superada y expresó el ofrecimiento de que si alguna vez algo similar volviera a suceder, estos padres estarían dispuestos a asesorar y ayudar a quienes lo necesitaran puesto que desde el departamento de Bienestar Social de Almoradí el trato había sido lamentable. Al parecer el caso les quedaba demasiado grande y todo lo expresado en los libros de las facultades tenía nada que ver con la cruda realidad del dolor y el trato humano.
*Y es que hay que ser muy generoso para pensar en el dolor ajeno cuando se padece el propio.

Sería D. Jose Manuel (párroco de Daya Nueva, gran amigo de la familia y persona que siempre se interesó por Julia) quién oficiaría el funeral. Así lo pidieron los padres y sin dudar fueron correspondidos.

A pesar de que la noche anterior Jose Manuel se puso en contacto con el párroco de Almoradí para indicarle el fallecimiento y la decisión de los padres de la pequeña, desde la parroquia de Almoradí no tocaron campanadas de difunto al despertar el día, al contrario de como suele ser habitual. ¿Es que Julia no lo merecía o es que mantienen la excusa de que los ángeles no merecen los sonidos de las campanas y la celebración de una misa en toda regla?.

Sobre las 13 horas, los padres recibieron de nuevo la llamada de Jose Manuel. Les indicaba que, por deferencia, llamaran al párroco de Almoradí. Así fue de inmediato teniendo que soportar las duras e imprudentes palabras expresadas por el párroco de Almoradí que no contento con las explicaciones obtenidas volvió a llamar al tanatorio exaltado y de una forma nada adecuada.

Sobre las 17 horas se ofició una hermosa misa funeral en la capilla del tanatorio en la que no faltaron recuerdos a Julia y peticiones de apoyo a los padres. Más tarde el cuerpo de la niña fue incinerado por el expreso deseo de sus padres y padrino con la aprobación del resto de familia.

Al día siguiente los padres y padrino fueron a recoger las cenizas de Julia y las flores para ser depositados en la carretera donde sucedió el brutal atropello y en la casilla donde reposa Angelita (abuela paterna de la niña).
Cuando se disponían a pagar uno de los ramos y tomar el vehículo que les llevaría hasta la pedanía del Puente don Pedro y el cementerio de Daya Nueva, con los restos de la niña en brazos del padre, fueron increpados por una lengua viperina que de manera provocadora y desafiante les llamaba "locos" para posteriormente montar el teatrillo nauseabundo de rigor a que nos tiene acostumbrados.

No contenta con el esperpento y la falsa escenificación se dedicó a realizar llamadas a diestro y siniestro para continuar inmersa en su particular mentira.
Sobre las 16:30 horas, según datos facilitados por la Guardia Civil, se presentó en el cuartel de Almoradí con objeto de interponer denuncia por agresiones que jamás se produjeron al no existir señales ni indicios de nada. Boca deslenguada que miente incluso en el lugar en el que supuestamente ocurrieron los hechos inventados por la provocación de una mente enfermiza. La denuncia no fue admitida a trámite.

"Duele mucho que te abran una herida, pero es aún más desgarrador que te urgen en ella cuando intentas sobrevivir al dolor y la incomprensión.
No hay perdón ni redención posibles. Sólo desprecio y condena hacia estos apestosos integrantes de un clan de mentirosos bufones".